Luis Varela
SABER INVERTIR
Edición en línea del Domingo 20 de octubre de 2024
TROPEZÓN DEL CARRY, AGUANTE EN BONOS Y MAL MOMENTO EN ACCIONES, CON ENTRADA DE BALANCES MUY MALOS
Se sufren baches de corto, pero con mediano y largo plazo todavía limpios
Escribe LUIS VARELA
luisalbertovarela@hotmail.com
Con el PJ
argentino roto en mil pedazos, con la elección presidencial de EE.UU. a 16
días y a 18 días de que la Fed realice su próxima modificación de tasa base,
los mercados de acá, allá y todas partes están colocados en una suerte de
pausa, con súper dólar sobreviviendo, materias primas en baja, inquietud por
las posiciones de riesgo y fuerte suba en los refugios clásicos: con la onza
de plata, el bitcoin y el oro marcando precios nuevamente hacia arriba.
A nivel local, con el BCRA perdiendo reservas, y a 11 semanas del pago a
bonistas, esperando alguna entrada de divisas del BID y del FMI, después de
que los dólares libres habían caído más de 20%, esta semana se vio una
recuperación de las cotizaciones: el blue trepó 3,8% (de 1180 a 1225 pesos),
el mep avanzó 2,2% (de 1135 a 1159 pesos) y el ccl subió 2% (de 1177 a 1201
pesos)
Toda esta movida cambiaria superó en la semana con creces lo que recogieron
los que hacen carry trade en tasa de interés: toman ansiolíticos porque
miden sus resultados contra la evolución del dólar libre, pero si comparan
contra el avance de los precios las cosas para la tasa no estuvo tan mal: el
plazo fijo paga 2,7% mensual, contra una inflación de octubre que, según la
mayoría de las consultoras, puede estar en el 3,1%, o menos.
Hasta ahora, el esquema económico ideado por Caputo y Bausili mantiene el
superávit financiero, pero aparece una luz amarilla porque empieza a mostrar
una pata floja: el retraso del tipo de cambio oficial hace que la Argentina
esté cada vez más cara medida en dólares, y en consecuencia el superávit
comercial cayó a la mitad (en agosto había sido de u$s 1963 M y en setiembre
alcanzó sólo u$s 980 M) y, fundamentalmente, el déficit por turismo sigue
aumentando: cada vez más argentinos se van al exterior para consumir cosas
que acá están 40% más caras.
Y otra de las señales que preocupan es que las reservas del BCRA no suben:
esta semana la autoridad monetaria perdió u$s 145 M, y esta reducción
sucedió nada menos que en medio del blanqueo y con modificación de encajes.
Es decir, el país sigue con reservas negativas, los vencimientos de deuda se
acercan y, sin dudas, eso genera alguna preocupación.
Para compensar, el FMI acaba de dar su aval para que el cepo cambiario se
extienda un tramo más (¿hasta después de la elección de medio término?) y
con eso están por ingresar fondos para cubrir lo que vence en lo inmediato:
más DEGs del Fondo y u$s 3800 M de créditos de parte del BID. Con rumores de
que el blanqueo se extendería hasta fin de año para ver si vía encajes suben
un poco más los dólares que llegan de prestado al Banco Central.
Todo esto es importante porque, como dijimos, estamos a casi 11 semanas del
9 de enero, día en el que se pagarán unos u$s 4500 M a los bonistas por los
bonos AL y GD surgidos por la pésima reestructuración de Martín Guzmán en
agosto de 2020. Es cierto que ya están depositados en una cuenta en NY los
dólares para pagar los vencimientos de intereses, pero hay dudas por el
vencimiento de la deuda de capital.
Por esa razón -en medio de la guerra opositora del helicóptero
(universidades, gremios, políticos y demás)- los bonos argentinos se
colocaron esta semana en un serrucho, pero al final resistieron: tuvieron
una suba del 1,3%: punta contra punta el riesgo país bajó 12 unidades hasta
1097 puntos básicos, pero el martes llegó a estar a 1044 puntos, a punto de
conseguir un riesgo de sólo tres dígitos, algo que no tiene la Argentina
desde agosto de 2019, cuando el impresentable de Alberto Fernández dio su
primera frase como ganador de las PASO de ese año: "vamos a revisar la
deuda", lo cual significaba un default, algo que en un santiamén hizo caer
58% a la Bolsa de Buenos Aires e hizo caer tanto a los bonos que llevó al
riesgo de 800 a 2000 puntos.
Ahora, como falta muy poco para que se deban pagar muchos vencimientos, y
los dólares todavía no aparecen, crecen los rumores de que Caputo lanzará
pronto un menú de canje voluntario de deuda. Eso genera inseguridad, a lo
que se sumó la llegada de los primeros balances trimestrales de las empresas
con cierre a setiembre, con resultados realmente malos (ver aparte). Por
eso, la Bolsa porteña mostró esta semana otra clásica ilusión: subió 2,3%
medida en pesos pero bajó 1,5%, con un panorama ya de mixto para abajo en
las ADR argentinas que cotizan en NY, que hasta hace poco avanzaban como una
tromba.
Además de todo esto, hay preocupación porque el súper dólar global mantiene
su alto valor y eso doblega a los commodities que más exporta la Argentina
(petróleo y soja). Mirando hacia el 7 de noviembre (día en el que Powell de
la Fed definirá la próxima movida en su tasa base) hubo un retroceso para
las tasas largas de EE.UU.: el viernes se pagó 4,2% anual a 1 año de plazo,
3,9% anual a 5 años, 4,1% anual a 10 años y 4,4% anual a 30 años.
Y a pesar de ese menor premio, el súper dólar se mantiene, en la semana
subió 3,2% en Chile, 3% en México, 1,3% en Brasil, 0,9% contra el franco
suizo, 0,6% contra el euro, 0,5% en China y 0,2% contra la libra y el yen.
Definitivamente, los inversores globales están preocupados por los malos
datos de la economía China y por la posibilidad de que EE.UU. corra el
riesgo de una recesión: veremos quién se queda en la Casa Blanca, Trump o
Harris (las últimas encuestas ahora le dan una pequeña ventaja al
republicano).
Y en el plano estrictamente bursátil, con vistas a que la Fed quizás se
quede quieta y no mueva su tasa o la baje sólo 25 puntos básicos (de 5 a
4,75% anual), las bolsas siguen vivas. En la semana Frankfurt subió 2,3%,
Madrid 2,3%, el Dow Jones de NY avanzó 1,9%, Santiago de Chile 1,4%, México
1,2%, el Nasdaq de NY 1,1% y San Pablo 0,1%. La única que estuvo para abajo
fue Tokio, que tuvo una pérdida semanal del 1%.
Y como toda la tensión geopolítica que no cesa (China alrededor de Taiwán,
la muerte del líder de Hamas y un dron cerca de la residencia de Netanyahu),
las materias primas muestran la preocupación general. Tanto que en lo que va
de octubre, la soja de Chicago se hunde 9,6% hasta su peor valor en cuatro
años, y el trigo de Rosario cae 8,2%, a un mes de que se empiece a liquidar
la cosecha fina. En resto de los granos de Rosario, que tienen encima la
incógnita de los calores del verano, muestran precios sostenidos por dudas
de la oferta que habrá en definitiva: en Rosario el girasol sube en octubre
11,6%, el maíz avanza 7,1% y la soja 7%.
Pero con el Banco Mundial advirtiendo que la marcha económica mundial
desacelerará, con el FMI desaconsejando que se sigan bajando las tasas de
interés, los metales básicos están sin fuerza, ya que no se ve gran compra
de insumos de parte de las industrias: así en octubre el aluminio sube 0,2%,
pero el cobre baja 2,5% y el níquel pierde 3,1%. Y, en medio de la guerra ya
abierta en Medio Oriente, el petróleo sube 1,7%, pero el WTI está abajo de
70 dólares, lo cual es una gran preocupación para Vaca Muerta.
Con todo ese conglomerado de dudas, lo que está reinando en este mes es la
búsqueda de posiciones refugio, y se elige por lo clásico, y por lo que está
más retrasado. Así, la onza de plata saltó 8% (hasta su máximo en 12 años),
el bitcoin recupera 7,5% (superó los 68.000 dólares, pero está todavía lejos
de los 75.700 de hace siete meses) y el oro llega a un récord histórico
absoluto de 2736 dólares, lo cual significa que sube 3,2% en octubre.
Así, a nivel local la discusión sigue siendo la misma: los economistas que
no están en el Gobierno advierten que la Argentina quedó muy cara en dólares
y que se necesita un "service" en el tipo de cambio. Dicen que se hace una
devaluación disruptiva no muy grande se puede hacer subir algo la inflación,
pero afirman que eso no sería gran problema si se mantiene el equilibrio
fiscal. Pero, en sus trece, Milei insiste: hasta que la inflación y el
crawling peg no se igualen, el cepo no se va.
Ahora, con apertura de importaciones, la inflación del mes puede llegar a
empezar con 2 porque los productos que vienen de afuera tuvieron deflación
en setiembre por la baja del impuesto país. Por lo que la política económica
y cambiaria actual puede estirarse durante todo 2025, dependiendo mucho de
lo que pase en la elección de medio término en octubre del año entrante.
Pero Milei lo sabe: desde que Cristina y Kicillof implantaron el cepo en
2011, el PBI per cápita de Argentina cayó 15%, mientras que en el mismo
período, sin cepo, el PBI per cápita de Uruguay subió 18%.
Y los meses que vienen tienen esa preocupación. Con el tipo de cambio
oficial atrasado, además de la poda en el superávit comercial, el déficit
por turismo crece sin parar. Y la situación llega a tal punto que,
irónicamente, algunos operadores dicen que la mejor inversión que se puede
hacer ahora para ahorrar en los próximos tres meses es comprar un paquete de
veraneo en Brasil, ya que aquí el peso vale cada vez más en términos reales,
mientras que en Brasil el dólar está subiendo (la costa atlántica argentina
se quedará con mucha menos gente si no acepta bajar los precios al menos
50%).
Frente a todo eso, mirando el panorama bien desde arriba, la buena es que
Milei está solo arriba del ring (el peronismo es una bolsa de gatos, el
radicalismo no existe y el PRO es un apéndice de LLA). Y, desde lo bursátil,
a pesar de la buena semana en las Bolsas, se sabe que Wall Street está en el
cielo, con precios exuberantes, en máximos exagerados. La cabeza les ordena
a los inversores tomar ganancias, pero el corazón plantea que puede haber
una suba adicional, no muy importante, por lo que ir a la plata, al oro, a
una criptomoneda o a un bono del Tesoro corto puede ser una buena decisión.
Y a nivel estrictamente interno, mientras se espera conocer quién se quedará
con la Casa Blanca, a nivel local lo mejor siguen siendo las Lecaps, que
pagan un punto más que los plazos fijos. Pero atención: de largo, si sale
todo bien, el horizonte de bonos sigue muy firme, con recomendaciones muy
precisas de parte de los analistas, que hacen las siguientes
recomendaciones:
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QUÉ PUEDE PASAR CON EL DÓLAR AFUERA:
PERSPECTIVA PARA EL DÓLAR EN LA ARGENTINA:
DIRECCIÓN DE LAS TASAS DE INTERÉS:
EL CAMINO DE LOS TÍTULOS PÚBLICOS: