Si bien el sector inmobiliario sigue con precios en alza y teniendo por delante gran potencial, en setiembre el nivel de actividad tocó apenas el freno. Los motivos de esta inesperada pausa tienen que ver esencialmente con la pérdida de popularidad presidencial, con aumento del desempleo, una economía que está amesetada y un cepo cambiario que todavía está en veremos.

Frente a esta situación, muchos de los inversores que venían decididos a comprar, sobre todo propiedades de dos ambientes, con destino a alquiler para obtener una buena renta, con ladrillos que están ahí, que no desaparecen, parecen ahora con menor intención por colocar sus fondos en propiedades. ¿Qué es lo que está pasando y qué puede llegar a pasar? Veamos:

 

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